cada día algo

Los Beach Boys siempre me han hecho gracia, por esos juegos corales, pero nunca me han entusiasmado. Chicos blancos, un poco blandos, americanos, cantando música surf y poco más. Por cierto solamente uno de los cinco sabía hacer surf. Yo era más de The Beatles. Sacaron 10 discos con las mismas canciones veraniegas poco profuntas hasta este disco Pet Sounds, sonidos de animales domésticos. Este disco lo descubrí hacer unos pocos años y hay canciones increíbles como la que os he colgado, God only knows. La versión de Bowie me vuelve loco. Lo que acabo de descubrir es que Brian Wilson, el lider, dejó el grupo tras esos 10 discos y decidió no salir más de gira. Tenía problemas mentales y numerosas adicciones. Y comenzó a componer este disco en su casa y en el estudio. Dedicó más de un año a investigar con nuevos sonidos (ladridos de perros, timbres de bici, "teremines", instrumentos árabes...) y contó con la ayuda de músicos de estudio. Esta historia es muy curiosa

Como el tema de la memoria da para mucho, me apunto yo también. Pero la memoria ocupa un espacio. -¿Y dónde se puede guardar? -Pues en cajas de cartón, por ejemplo.   Y si esas cajas están llenas de negativos, entonces ahí dentro cabe mucho,  casi una vida entera. El riesgo es que acaben en la basura.   Pero antes de que eso ocurra, la suerte o el azar puede hacer que alguien las rescate del olvido  y les otorgue una nueva vida. De todos esos rastreadores que buscan en la basura, en los mercadillos de segunda mano y en las subastas de trasteros, hay uno muy afortunado. Es John Maloof . Un joven que en 2007 compró un buen paquete de negativos antiguos por unos trescientos euros, esperando encontrar algo de documentación del pasado de la ciudad de Chicago. La sorpresa es que al ir positivándolas, descubrió, tras investigar un poco, que todas esas fotografías habían sido tomadas por la misma persona. Una mujer que había trabajado de niñera toda su vida. Que nunca

Manuscrito en el que se ha borrado, mediante raspado u otro procedimiento, el texto primitivo para volver a escribir un nuevo texto. Creo recordar que Miguel Angel comentó algo sobre este método. Esto representa a la perfeción la experiencia que supone para los niños adoptados internacionalmente, sobre todo, borrar su vida, e iniciar otra a veces hasta con otro nombre.  El sentimiento de pertenecer y no pertenecer, de conocer su identidad aunque no del todo, le persigue durante toda su infancia de forma sofocante.  Recuerdo perfectamente a mi hija cuando bajamos del avión en España y como me cogió la mano con determinación, hasta entonces el viaje fue una agonía, los días allí y las noches también. Pero decidió coger mi mano. Aunque el proceso de apego le costo mucho y todos nos tuvimos que poner a la altura de semejante reto. Mi hija siempre ha dibujado, ha dibujado como terapia y como necesidad de expresar. Al principio solo dibujaba de manera obsesiva, era emocionante

Fernando nos hablaba hace poco del peso del mundo y la idea de llevar el mundo a cuestas. La fotógrafa Barbara Iweins ha reflexionado sobre el peso que tienen los objetos que le son más próximos, y para ello ha captado la relación de aquellos que había en su propia casa. Ha sido un proyecto de dos años, en los que ha fotografiado 10.352 objetos domésticos. El proyecto se llama "Katalog". A medida que fotografiaba, Iweins marcaba con un post-it cada elemento captado, y anotaba en una hoja Excel los detalles de cada incorporación, como el color, el tamaño, el material, también el valor sentimental. Iweins habla del peso que arrastramos como caracoles, y lo hace mediante la ingravidez de la imagen, del elemento desdoblado como un reflejo contemplado por Narciso: la pipa y la no-pipa de Magritte, las cosas y su doble. Recuerdo que de niño le pregunté a mi padre para qué sirve un ordenador. Él, que tampoco lo tenía claro, me contestó que servía para ordenar. Por ejempl

Esta es mi última entrega sobre el Atlas de la memoria. Y me embarco en el tema principal: la pervivencia del pasado en el futuro.   Hay momentos en que pienso que «sostener» la memoria (feliz y dolorosa) es un esfuerzo titánico, de Atlante. Nos debatimos entre deshacernos del peso del pasado o conservar todo aquello que somos. Karto recordaba hace unos días Muchos hijos, un mono y un castillo . Creo que el tema principal de la película es la memoria. También el de otro documental,  Mercados de futruro, de Mercedes Álvarez   Comenzar de nuevo, comenzar la Historia, establecer un año 0, dehacerse del pasado… El emperador Qin Shi Huang, que inició la construcción de la gran muralla, mando quemar la mayoría de los libros de historia anteriores a él. El recuerdo de Qin Shi Huang fue desenterrado hace pocas décadas, cuando se descubrió el mausoleo donde se hizo enterrar con 8000 guerreros y caballos de terracota. Nada me aterra más que el olvido, no reconocer, perder la identidad. ¿record

Pocas palabras expresan tan bien la voluntad de acción como “determinación”, y realmente es necesaria la determinación en el proceso creativo, pues la creación es, en cierta forma, elegir y actuar. La determinación hace que una idea pase a ser una realidad ( determinada). La indeterminación es algo natural que podemos notar en todas partes. Se cuela en las matemáticas cuando una expresión se puede resolver de múltiples maneras, o en la física, cuando, por ejemplo, no se puede predecir el lugar exacto donde estará una partícula: En las mismas circunstancias un electrón podrá estar en lugares diferentes (algo así creo que quería decir Heisemberg). Está también en la genética y la biología en general, etc. La indeterminación es parte fundamental del proceso creativo. El azar, los cambios sin patrón ni causa, nos llevan a lugares no explorados. A la determinación le sigue de nuevo la indeterminación. Aquello que se había pensado de una cierta manera de repente cambia por motiv

En Nueve cartas a Berta , de Basilio Martín Patino, la imagen se ralentiza, se detiene durante una fracción de segundo y continua luego la acción. Estas pausas como defectos en la proyección se repiten a lo largo de todo el metraje. Es como si la foto fija desafiara al movimiento propio del cine hasta ganar la partida en el fotograma final con el rostro de Emilio Gutiérrez Cava congelado en primer término y unos negros cipreses al fondo. Hay una sensación de tiempo estancado que se extiende a la España de provincias de los años sesenta y al destino de ese protagonista atrapado en una red de fidelidades y dependencias. En las nueve cartas a su novia en el extrajero nos va relatando su conflicto y desesperación, el deseo de huída. Una lucha en la que al final vencen las buenas costumbres, las sobremesas en el café, los paseos de domingo después de ir a misa, el tiempo detenido.