MEMORY CALL

Edgemar informa a Quaid, un obrero de la construcción (como los amigos de Chris Peterson en el imborrable capículo de Búscate la Vida) con fantasías de espionaje marciano, de que en realidad no está allí, que todo es un sueño. Un implante de recuerdos falsos que se ha salido de madre. Para asumir que todo está en su cabeza y despertarse, Quaid solo tendrá que hacer un gesto simbólico y tragarse una pastilla roja (todo ello utilizado posteriormente en matrix) que le saque de esa insensatez imposible de dobles identidades y conspiraciones planetarias, extraños mutantes parecidos a Pujol que pueden leer la mente, y máscaras que se vuelven locas en la aduana (me encanta esa escena)... Pero entonces, Edgemar hace algo nunca visto en un sueño... suda.

La película es una paranoia de confusión entre lo real y lo intangible e imaginado. Está inspirada en un cuento de Philip K. Dick. “Podemos recordarlo todo por usted”. Un autor que explora los límites difusos entre la realidad y lo imaginario, en sus obras ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? , “Ojo en el cielo”, “El hombre en el castillo”

La realidad es algo confusa y extraña en todas sus facetas 
qué es verdadero o real, auténtico?

Os dejo con la interesante exposición de Ana Juan, Dibujando al otro lado, un proyecto que revela el universo creativo de la autora con una exposición en la que el visitante se convierte en protagonista a través de la realidad aumentada. 

En un final apocaliptico Quaid y Melina (la chica de sus sueños marcianos) se besan, mientras Quaid se pregunta si todo lo que ha pasado es verdad o un recuerdo falso de Memory Call. 

Acabo de hacer un “Rebeca” (nunca supimos el nombre de su protagonista), pero me imagino que a estas alturas ya sabreís de qué película hablo. Una obra maestra ochentera de la ciencia ficción metafísica.



Comentarios

  1. Muy chulo Ana. Siempre abriéndonos ventanas llenas de sugerencias.
    Sorprende que esos relatos del futuro que nos fascinan (Philip K. Dick, Stanislav Lem, Asimov, Arthur C Clarke…), que nos parecen tan cercanos y tan verosímiles, fueran escritos hace ya mas de 50 años. Así es el arte: como un agujero negro, como la madriguera de un conejo, nos lleva y nos devuelve de un tiempo a otro, de un espacio a otro, de una realidad a otra realidad más real

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