Tema de conversación

Tenía pensado otro asunto, pero ayer leí la publicación de Sergio, fui a añadir un comentario y me pareció que quedaba largo, así que lo voy contar aquí. La idea de caminar nos lleva fácilmente a la de conversar. Caminar ayuda a ordenar los pensamientos, aporta un ritmo adecuado y permite silencios relajados cuando son necesarios. El paisaje queda asociado al recuerdo de la conversación. El reflejo de la luz de tarde en el río, el color del cielo o la sucesión del mosaico de la acera antes nuestros ojos vienen a la mente al recordar el diálogo que mantuvimos. Igual que en la literatura dentro de la literatura, la conversación andante puede tratar sobre el propio camino.

— ¿Son muy grandes estos puentes? -preguntó Nakata.
— Enormes. Y no es broma.
— ¿Ah, sí? Entonces, lo primero que Nakata debe hacer es cruzar uno de esos puentes. Probablemente el que esté más cerca. Lo que viene luego ya lo pensaré más adelante.
— O sea, que no tienes a ningún conocido que te espere en un sitio determinado ni nada por el estilo.
— No. Nakata no tiene a ningún conocido.
— O sea, que cruzarás el puente, llegarás a Shikoku y, luego, ya verás para dónde te vas.
— Sí, en efecto.
— ¿Y ese dónde no sabes dónde es?
—  No. Nakata no sabe nada. Pero creo que lo sabrá cuando llegue.
(H. Murakami, Kafka en la orilla)


Ahora pasamos los días en casa y en el ambiente flota algo de Hopper. La luz tamizada, el espacio acotado y esa vista al exterior desde el interior a través de la ventana. Nada que no sea también atractivo y sugerente por un tiempo corto. Afortunadamente podemos seguir conversando por chat, teléfono e incluso vídeo, mientras caminamos por el pasillo (teniendo cuidado de nuestros pies) o miramos por la ventana.

Por cierto, Wenders ha realizado un corto en 3D sobre Edward Hopper, “Two or three things I know about Edward Hopper” para una exposición en la la Fundación Beyeler en Suiza que comenzó a finales de enero, (trailer).

Gracias Sergio por la evocación a tantos paseos hablados.

Comentarios

  1. Tomar un café está sobrevalorado, caminando con alguien es la mejor manera de conocerlo.
    A mí estos "homenajes" en movimiento me chirrían. Wenders lo ha homenajeado mejor en sus fotos.

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  2. Es cierto, estos días nos sentimos al otro lado de la ventana, dentro de un cuadro de Hopper, mirando a un exterior vacío.
    Y una pedantería de la wikipedia «La deriva es un concepto principalmente propuesto por el situacionismo. En francés la palabra dérive significa tomar una caminata sin objetivo específico, usualmente en una ciudad, que sigue la llamada del momento.»

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  3. Justo hoy, anhelando ya que llegue el sábado y sus paseos, he leído este poema del escritor alemán Eduard Mörike: Veo cómo pasan las nubes y el río / mientras el beso del dorado sol / llega de mi sangre a lo más hondo; / los ojos, embriagados, / parecen dormir, / y las abejas cantan al oído". Se cita en el libro "Paseos con Robert Walser", escrito por Carl Seelig.

    Lo mejor de los paseos (además del canto de las abejas) son los encuentros fortuitos y los hallazgos inesperados.

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