Hoy he tenido un lapsus al leer mi cuenta de correo. Los mensajes más antiguos me aparecían en primer lugar (he debido toquitear algún botón), y yo los iba leyendo, con cierta perplejidad, como si fueran recién llegados. Entre estos mensajes había varios de Fernando Lasheras, animando a publicar en el CDA (entonces recién creado): " Un texto, una cita, una imagen, un trabajo tuyo o de otro, una dirección de internet, una foto, una referencia (un libro, un artista, un diseñador…)* Cada uno de los miembros de la lista mandará un correo al resto de los componentes de la lista, de manera que te tocará hacer el envío cada doce días (si todos cumplen). Si tardás tres días en enviar, salta el turno. Y a los tres turnos pasando, te vas a casa (fulminado, desapareces de la lista)". Vaya, que aprovechando este golpe de mar, cuelgo la etiqueta de un manojo de espárragos trigueros que compré el otro día en el súper. À la mémoire de I. Kant le philosophe.
Creo que ese es uno de los componentes de lo artístico: lo que no hay, lo que hay que rellenar, la voz que no suena, el rostro que hay que imaginar
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