Concursos y otras engañifas

El mes pasado fuimos convocados decenas de ilustradores, diseñadores, artistas gráficos, escultores, etc, para participar en una gran exposición colectiva a celebrar en Zaragoza, organizada por el Colegio de Arquitectos, con el apoyo de Ayuntamiento, IberCaja y algunas entidades más por determinar. La propuesta era la elaboración de una obra expositiva sobre un guión dado por la organización. La participación sería desinteresada (por nuestra parte, claro), no se cubrían ni los gastos de producción.
Fue la chispa que ha encendido a algunos ilustradores, referenciados además en un dossier como participantes en la exposición a pesar de haber manifestado su negativa a participar (esto me hace pensar incluso que figuren más nombres sin siquiera estar confirmados).
Es la gota que ha colmado el vaso de tantas convocatorias de este tipo, concursos abiertos y otros tejemanejes de los pudientes, para sacar el máximo beneficio de un ámbito que desconocen y desprecian, con mucho disimulo.
Desde hace unos pocos meses, ilustradores como Ana Lartitegui, Alberto Gamón, Elisa Arguilé, David Vela, David Guirao y Óscar Sanmartín, convocan las "Tertulias Gráficas", para compartir información e inquietudes profesionales. Existe incluso un grupo de Facebook y un blog en proyecto. El asociacionismo va tomando forma, y siempre es así, por las crisis y por ciertos acontecimientos, sumados a la fragilidad de esta profesión, que ya parece solo apta para bolsillos acomodados o dependientes de otro sustento. Hay que intentar cambiar las cosas.
Álvaro Sobrino, diseñador gráfico, periodista y escritor, mantiene la preocupación por estos asuntos. Sus artículos en la revista Visual o en su blog, me animan a pensar que es posible hacer algo. Por ejemplo este sobre la acción de los diseñadores valencianos en un concurso (también publicado en el Visual de enero).



A continuación os dejo también un texto interesantísimo que posteó Nieves Alonso en el Facebook "Tertulias Gráficas":

¿Qué dice el IRPF sobre el ilustrador que regala su trabajo?

como RENDIMIENTO DE ACTIVIDADES ECONÓMICAS:
(eres autónomo)
hay una casilla ya preparada para esta posibilidad: apartado 108 de la declaracion (ingresos integros/autoconsumo de bienes y servicios)

DESCRIPCIÓN:
La valoración a efectos fiscales de los ingresos correspondientes a las entregas de bienes o prestaciones de servicios realizadas a otras personas de forma gratuita o por un precio notoriamente inferior al normal de mercado (cesiones gratuitas o semigratuitas) debe realizarse imperativamente por el valor normal de mercado de los bienes o servicios cedidos.
TRADUCCIÓN:
Deberás pagar al estado el irpf de lo que estás regalando, tras calcularlo a precio de mercado.

como RENDIMIENTOS DEL TRABAJO:
(no eres autónomo)

DESCRIPCIÓN:
Las prestaciones de servicios susceptibles de generar rendimientos del trabajo se presumen retribuidas, salvo prueba en contrario. En defecto de prueba en contrario, la valoración de dichos rendimientos se efectuará por el valor normal en el mercado de los mismos, entendiéndose por valor normal en el mercado la contraprestación que se acordaría entre sujetos independientes.
TRADUCCIÓN:
Para no pagar nada por lo que regales, es necesario crear un documento que pruebe que no has cobrado nada por ello.
Si no existe ese documento, suma lo que estás regalando a tus ingresos y paga por ello.

como DONATIVO, DONACIÓN Y APORTACIÓN.
(tanto si eres autónomo como si no)
Esta opción, da derecho a una deducción del 25 por 100 de tu regalo.

DESCRIPCIÓN:
Deberá acreditarse la efectividad de la donación realizada mediante certificación expedida por la entidad beneficiaria, en la que, además del número de identificación fiscal del donante y de la entidad, se haga constar lo siguiente:
1. Mención expresa de que la entidad donataria se encuentra incluida entre las reguladas en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre
2. Documento público u otro documento auténtico que acredite la entrega del bien donado, cuando no se trate de donativos en dinero.
3. Destino que la entidad donataria dará al objeto donado en el cumplimiento de su finalidad específica.
4. Mención expresa del carácter irrevocable de la donación, sin perjuicio de lo establecido en las normas imperativas civiles que regulan la revocación de donaciones.
La base de la deducción donativos, donaciones y aportaciones en los términos anteriormente comentados no podrá superar, con carácter general el 10 por 100 de la base liquidable del ejercicio.
TRADUCCIÓN:
Si el ayuntamiento, medicus mundi, la universidad y otros bienhechores declarados de utilidad pública quieren que colaboremos con ellos de manera desinteresada, deben ofecernos por escrito, un documento que cumpla los 4 requisitos anteriores para que, por lo menos, podamos desgravarnos la cuarta parte del valor de nuestro regalo.

Nota: no podemos donar más de un 10% de nuestro trabajo, cada año.

DATOS:
IRPF: Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Se tratqa del pilar más significativo de los impuestos que sostienen nuestro sistema tributario por su relevancia cuantitativa y recaudatoria.
El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento.

Con todo esto quiero que se tome conciencia de que el ilustrador CREA RIQUEZA. Una riqueza PATRIMONIAL de la que Hacienda parece mucho más consciente que el propio ilustrador.
Pensadlo y expresadlo cuando regaléis vuestro trabajo.

Comentarios

  1. Muy interesante tu post. Son situaciones que se repiten a menudo y que conocemos todos. En alguna ocasión me he dirigido a los convocantes de un concurso para explicarles mi punto de vista. La redacción de las bases se realiza a menudo el con desconocimiento profundo del proceso de diseño. Ante la duda se piden variaciones, aplicaciones, simulaciones y todo tipo de material complementario sin reparar en el trabajo extra que supone al concursante. Si les dices que para ese volumen de trabajo sería más lógico un concurso por invitación en el que se destinara una cantidad para cada participante en concepto de gastos te miran con incredulidad.
    Respecto al trabajo no cobrado o voluntario creo que viene al pelo la información sobre fiscalidad y es muy acertada la conclusión a la que llegas. Además de las exposiciones voluntarias, que os afecta más directamente a los ilustradores, está el caso "tengo un proyecto estupendo (que es mío) y con tu ayuda (diseñador) haremos que tenga éxito". Claro que, como es un proyecto, no tiene financiación y es necesario trabajar con un presupuesto muy bajo, hay que "enrollarse" porque si sale bien el proyecto "seguiremos trabajando juntos". No digamos cuando el argumento es que además "te va a dar mucha publicidad". Siguiendo con ese discurso acabaríamos dando las gracias por trabajar gratis. Si el proyecto tiene éxito será a la postre porque "mi idea" (del cliente) era muy buena. El valor del diseño queda disminuido.

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  2. Gracias Carlos. Y gracias a Nieves Alonso por su información sobre lo del IRPF.
    Muy de acuerdo con lo que dices. Añadir también que es muy loable el trabajo promocional, o el autoencargo, o el encargo para un amigo o la participación en un concurso restringido y remunerado. Pero siempre, en cualquiera de los casos, se espera una compensación. Y el problema es que necesitamos la materia para vivir, el combustible que hace que las cosas funcionen, la infraestructura, el conocimiento... y nada de esto es gratis.
    Y si un cliente no confía en el diseñador, ni valorando su formación, ni su experiencia, ni su trayectoria, si se autoproclama juez de una profesión que no es la suya ¿no deberían enseñar ellos la profesión y escribir los libros para la docencia? No tiene ningún sentido.
    Los concursos abiertos y no remunerados son una falta de respeto, un deterioro de la profesión, que, si nadie lo remedia, acabará siendo solo un puñado de microchips ejecutando órdenes según los caprichos del pudiente.

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