Erudición sobre los espejos

De pequeño me fascinaban las imágenes multiplicadas por los espejos. Y todavía me fascinan. Como en la «Dama de Sanghai». ¿Cuál es la imagen verdadera?

A Georges Perec también le gustaba ese juego entre imagen y realidad y escribió una novelita iconoclasta sobre el tema: «El gabinete de un aficionado». Foucault reflexionó sobre la representación en «Las palabras y las cosas» y dedicó un artículo precioso a las Meninas y otro al Quijote: dos obras que transitan entre uno y otro lado del espejo.

Jorge L. Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo recogieron un cuento inquietante de Max Beerbohm en su «Antología de la literatura fantástica»: un escritor maldito y vanidoso, Enoch Soames, convencido de que la historia de la literatura le hará justicia, hace un pacto con el diablo para poder viajar al futuro y así constatar el reconocimiento de su poesía. En una biblioteca de un Londres futuro, Enoch Soames aparece ante la mirada estupefacta de los lectores y comprueba que su nombre no aparece en las listas de autores ni en las antologías: solo figura como un personaje de un cuento de Max Beerbohm.

Este cuento está incluido también en «Siete hombres» publicado en Alfaguara. Max Beerbohm era también un excelente caricaturista.