Verano
En Los cuatrocientos golpes, de Francois Truffaut, el niño Antoine Doinel roba de un cine una fotografía publicitaria de la película que están exhibiendo. Se trata de Un verano con Mónica.
Creo que cuando, allá por 1953, Truffaut viera la película de Bergman a la que rinde homenaje en esa secuencia, sentiría el mismo impacto que todavía hoy sentimos al verla. Pocas películas hay tan dulces y amargas a la vez, que nos hagan sentir el verano como un territorio de libertad y plenitud, aunque la vida con toda su crueldad nos espere a la vuelta.
No dejéis de verla, o de volver a verla.
Fotosensible. Como un lagarto, inmobil, con los ojos cerrados, recogiendo la luz del verano. La fotografía de Mónica es una metáfora de la fotografía
ResponderEliminar«Los cuatrocientos golpes», como el verano, también son la busqueda del mar
leyendo a fernando aún me dan mas ganas de verla. Pero paso de emules.
ResponderEliminarFernando, has solucionado lo del spam? Me ha llegado un mensaje como de advertencia. Supongo que era falsa alarma
José Antonio, te dejo el dvd cuando quieras
ResponderEliminarofrezco DVD"El verano de Kikujiro" a cambio de lugar en la lista de espera. Nada que ver, pero altamente recomendable...
ResponderEliminarSe acepta, Javier, la de Kitano es también una peli estupenda
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