Los lomos de la biblioteca de Bobby Fischer

Al hilo de la reciente subasta de la biblioteca personal de Bobby Fischer, he recordado que el diseñador y periodista Ricardo Bermejo sostenía -un poco en broma, un poco en serio- que lo más importante a la hora de diseñar un libro es la manera de resolver el lomo. También he pensado que cada biblioteca, pequeña o grande, configura un mensaje misterioso y cifrado que es el de la suma de todos los lomos que la componen, como si fueran versos de un poema único. Me he acordado de la novela de Italo Calvino "Si una noche de invierno un viajero", que precisamente compone un poema a partir del título de cada uno de sus capítulos. Y he celebrado un par de pequeñas-exquisitas bibliotecas: una, la de la asociación de vecinos "Rey Fernado", en el Actur, donde muchas veces he jugado al ajedrez, y sentado en un rincón, casi a contrareloj como si formara parte de la competición, he leído pequeños cuentos antes o después de la partida. La otra, muy cerquita, en nuestro tallercillo.